Me acababa de alistar en un nuevo barco, me daba igual que fuese pirata, no me importaba lo que dijeran de mí, ya que solo pensaba en mi proyecto, investigación o como quiera que se llame.
Nadie había visto algo así antes, a partir de un trabuco había podido desarrollar otras armas de fuego, un modelo más pequeño pero mucho más rápido tanto en disparo como en recarga y otro modelo más grande, igual de lento que el trabuco en disparo pero com muchísima mas fuerza y una mejor puntería.
Uno o dos tripulantes se sintieron interesados en mi proyecto, no se si era para robarme la idea o quizás para ayudarme, pero no lograron que me fiase de ellos en ningún momento, el capitán no parecía darse cuenta de que un simple pueblerino que le había robado un trabuco roto a la guardia real sin bala alguna formaba parte de su tripulación, un simple pueblerino sin ningún conocimiento sobre las armas de fuego, aparentemente.
No me importaba si estábamos en alta mar, anclados o hasta en pleno abordaje, yo solo pensaba en mi proyecto. Más de una vez, Virgil, uno de los mejores espadachines de barco, se había cabreado conmigo por no dar ni una sola vez con la daga que el siempre me prestaba, pero ¿qué se le iba a hacer?, si se pudiese abrir mi cabeza, en mi cerebro habría escrito en todos lados "PROYECTO" y no "DAR CON LA DAGA EN EL ENEMIGO".
De cualquier modo, no atacábamos muchos barcos en alta mar, de modo que aproveché esos momentos para avanzar mi investigación. En poco tiempo finalicé el trabuco grande al que bauticé como "La Jack's", pensando en cómo la iba a firmar. Diseñé una cinta para transportar la Jack's, me la cruzaba en la espalda yno me molestaba para nada ni aunque midiese cerca de un metro, o como diría el capitán, "siete palmos".
Yo sabía lo que la tripulación pensaba de la Jack's, que si no iba a funcionar, que yo sólamente había unido un trozo de madera a una tubería... Pero no me importaba, yo sabía que iba a funcionar, había analizado por completo el trabuco roto de la guardia real y solamente tenía roto el gatillo.
Virgi y el médico del barco, Alan, decidieron ayudarme a probar la Jack's, pintando dianas en unos viejos platos. Ellos dos eran los únicos que me creían, bueno, y la cocinera del barco, que no me caía del todo bien.
Entre Virgil y la cocinera pusieron los platos en fila y Alan me preparó una protección para mis brazos por si algo salía mal. Me aseguró que no era que no confiara en la Jack's, sino que más valía prevenir. Alan también se aseguró de poner a salvo a toda la tripulación, sobre todo al capitán, el que menos creía en mí y en la Jack's.
Me arrodillé, me dejé caer en la barricada que previamente me había preparado Virgil, apunté, sentía la presión de todos y su aburrimiento, sentía la emoción de la cocinera y las ganas de dormir del capitán... Disparé.
La bala salió, golpeó el plato, lo atravesó y éste se hizo añicos. Virgil sonrió, Alan se quedó pensativo y el capitán y el resto de la tripulación se quedaron sorprendidos.
Tiempo después, todos empezaban a mostrarme algo de respeto y la Jack's estaba en boca de toda la tripulación; pero mi proyecto no acababa ahí. Aún no habia montado el trabuco pequeño, que era más complicado, necesitaba más maña y práctica. Solamente había montado un trabuco, pero no me pensaba rendir...
Había visto ya medio mundo; damas, condes, reyes, nobles, aldeanos, ladrones, prostitutas, asesinos y todas las demás clases sociales eran conocidas para mí, un pirata inventor como me llamaba Virgil.
Ya llevaba casi dos años en ese barco cuando al capitán se le ocurrió la gran idea de que yo rodease una isla desconocida para el barco para poder completar el mapa de ese mar. Yo, iluso de mí, acepté sin demora.
Me bajé del barco, Virgil me prestó, como siempre, su pequeña daga; y Alan me dió unos cuan tos vendajes y una nota en la que ponía claramente "MÁS VALE PREVENIR...", la forma de decir "¡CUÍDATE!" de Alan.
Les dí las gracias a ambos y partí a mi aventura, que luego quedo en algo asi como locura. Me metí en la frondosa arboleda y rodeé la isla sin separarme nunca de la playa. Descubrí un pequeño poblado pero no me acerqué en ningún momento para no llamar la atención de sus gentes. Cuando volvía al barco Virgil me miró muy serio y me hizo una mirada para que me parase. Notaba presión en el lado izquierdo del pecho, me giré y descubrí dos flechas que me atravesaban el brazo y el lado izquierdo del tronco de lado a lado y caí rendido al suelo tras ver la sangre que de aquello brotaba. No tuve tiempo de preparar la Jack's...
Cuando pude abrir los ojos, me dí cuenta de que estaba suspendido en el aire, un tipo enorme me mantenía sujeto por el cuello, jugando con las flechas que mantenian mi herida abierta para que ésta se infectara. Un grito me vino de lo profundo, podria haberse oído en toda la isla perfectamente, entonces aquel tipo me lanzó al suelo y me apuntó con la Jack's a la cual le había preparado un pequeño punzón para "emergencias", cómo no... Cuando pensaba que me encontraba en mi lecho de muerte oí la voz de mi capitán gritando "¡OYE MÉTETE CON ALGUIEN DE TU TAMAÑO PEDAZO DE OSO!" no supe como tomarme aquello pero me alegró oir su voz.
Toda la tripulación alejó a esas gentes que rodeaban al tipo enorme de mí y entonces Alan se me acercó a hurtadillas. "TRANQUILO, HE LLEGADO A TIEMPO NO VAS A MORIR, PERO ESTO TE VA A DOLER UN POCO" Alan arrancó de golpe las dos flechas y puso una gasa en cada una instantaneamente. La verda que aquello no dolió exactamente poco pero estaba tan mal que no tuve fuerzas para gritar.
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